lunes, 25 de mayo de 2015

Entrevista a Manuel Antonio Fernández Fernández, neurólogo de Sevilla.

-¿Por qué e     -¿Por qué elegiste esta especialidad?

 - Tiene una larga historia, apenas salí de la secundaria me fui a la    Provincia de Córdoba para estudiar Psicología y en tercer año me di cuenta de lo que realmente era lo que me gustaba, al tener la materia Neurofisiología y Neuropsicología, la verdad que este tema me puso el vilos, pero al final decidí volverme a mi provincia donde me entere que había una facultad donde estaban inscribiendo para medicina.


           -¿ Cómo se mantiene en forma el cerebro?


  -  No hay una receta mágica.. El entorno en el que nacemos nos influye constantemente y toda esa experiencia influye en el estado de salud de nuestro cerebro. Al día de hoy se sabe que si somos capaces de mantener el cerebro libre de pequeños infartos cerebrales y somos capaces de enriquecer el cerebro con cuatro o cinco pautas se puede lograr un cerebro mejor preparado, entrenado, para afrontar enfermedades como el alzhéimer.

   -¿Es cierto aquello de que el alcohol mata neuronas?
    
   -No, eso es una especie de leyenda urbana. Para aniquilar cualquier tipo de célula, se necesitan altísimas concentraciones de alcohol –próximas al 100%–, y empezamos a emborracharnos a partir de un nivel en sangre del 0,1%.


    -¿Cómo son de importantes, en su opinión, las investigaciones sobre el cerebro realizadas en la actualidad?

   -  La investigación sobre el cerebro, es en la actualidad una de las ciencias más importantes. Considero más importante lo que importa a la gente en su vida diaria, que la genética y la biología molecular, y sus supuestas promesas que no pueden mantener. Más esencial que aprender algo sobre posibilidades potenciales, es el experimentar algo por uno mismo en una situación de vida propia.



  -¿Cuándo empieza a envejecer el cerebro?

   -  A partir de los 30-35 años, cuando determinados procesos cerebrales empiezan a perder velocidad. Si a las personas de cierta edad nos preguntan qué canciones sabemos, responderemos las que nos aprendimos en nuestra época joven.

¿Cómo está formado el ojo?

Recordemos brevemente la anatomía del ojo, que tiene cierto parecido a los componentes de una cámara fotográfica.

-COMPONENTE 1
La esclera es la parte blanca del ojo. Sirve como protección. La esclera está cubierta por una membrana transparente, la conjuntiva. Este componente equivale a la carcasa de la cámara fotográfica.

- COMPONENTE 2
La cornea es un órgano con forma de cúpula transparente a través del cual ingresan los rayos luminosos al ojo. Equivale al objetivo de la cámara.

- COMPONENTE 3
El iris determina el color de los ojos, ya que puede ser celeste, castaño, etc. Presenta en el centro una abertura oscura denominada pupila, la que cambia su tamaño para regular el ingreso de luz en el ojo. En ambientes oscuros, la pupila aumenta su diámetro para que entre más luz al ojo. El iris equivale al diafragma de la cámara.

- COMPONENTE 4
El cristalino, denominado así porque es transparente como el cristal, es una lente del tamaño aproximado de una lenteja, situado detrás del iris y delante del humor vítreo. Se sostiene a la pared del ojo a través de un conjunto de hebras microscópicas Ilamado zónula. Equivale al zoom de la cámara fotográfica


- COMPONENTE 5
La retina recibe las imágenes ingresadas al ojo y las transforma en estímulos nerviosos. Este componente equivale a la película del rollo o al chip de una cámara digital. El sector central de la retina es el que tiene la mejor capacidad visual y se llama mácula. La coroides es una capa de vasos que nutre a la retina. Se ubica entre la retina y la esclera.



La visión

Los estímulos nerviosos formados en la retina son enviados al cerebro a través del nervio óptico. El nervio óptico es como un "cable" con un millón de fibras que conecta la retina con la corteza visual del cerebro. Es precisamente en la corteza cerebral donde se termina de integrar el proceso visual.
La visión se divide en dos partes, la visión central y la visión periférica. La visión central es la que nos permite ver algo puntual. Está formada por las fibras que provienen de la mácula, que es la parte central de la retina. Por ejemplo, cuando leemos, nuestra mácula envía al cerebro cada una de las letras que componen la palabra.


Con la visión periférica observamos todos los objetos que rodean a la visión central. Por ejemplo, cuando miramos el ojo de una cerradura, simultáneamente vemos la manija, la puerta, el marco, etc.

La amígdala y el aprendizaje emocional

Pongamos un sencillo ejemplo. Acabamos de trabajar  y nos dirigimos a nuestro coche, aparcado en una calle cercana, es de noche y no hay apenas iluminación, esa penumbra nos pone en aviso, la oscuridad es un escenario que evolutivamente hemos asociado como indicador de riesgo y peligro, de ahí que apresuremos nuestros pasos para encontrar el coche. Pero ocurre algo, alguien se nos acerca y nuestra reacción lógica es empezar a correr para huir.

 Mediante esta sencilla escena podemos deducir muchas de las funciones instaladas en la amígdala: ella es quien nos pone en aviso de que la oscuridad es un riesgo y de que esa persona que se acerca también lo es, y más aún, habremos creado un aprendizaje nuevo al deducir mediante el miedo que al día siguiente, no aparcaremos el coche en esa zona.

 Los recuerdos y experiencias con mucha carga emocional, hacen que nuestras conexiones sinápticas estén asociadas a esta estructura, provocándonos efectos tales como taquicardias, aumento de la respiración, liberación de hormonas del estrés… Personas que por ejemplo tienen la amígdala dañada, serían incapaces de detectar situaciones de riesgo o peligro.

La amígdala nos ayuda a buscar una estrategia adecuada después de haber identificado un estímulo negativo, pero ¿Cómo identificamos que ese estímulo nos puede hacer daño? Por aprendizaje, por condicionamiento, por esos conceptos básicos que como especie reconocemos como dañinos.



El miedo

De todas las emociones, el miedo es de la que mejor se conocen sus procesos en el cerebro. Esto se debe, principalmente, a  la semejanza de conductas relacionadas con el miedo a través de las diferentes especies.

El trabajo del neurocientífico Joseph Le Doux se ha distinguido por descubrir la relación que tiene una estructura llamada agmídala con el procesamiento del miedo.La amígdala es una estructura en forma redondeada, del tamaño de una almendra pequeña, que está situada en la parte interna del lóbulo temporal, un lugar bien escondido dentro del cerebro.

A partir de los estudios de Le Doux, se observó que al lesionar la amígdala en ratas, estás se comportaban más mansamente. Por el contrario, cuando se estimulaba la amígdala, colocando electrodos en el cerebro de los animales, se observaba que su comportamiento se volvía agresivo.





El cerebro emocional

Diariamente las personas podemos experimentar numerosas emociones en muchas situaciones diferentes; el miedo, la alegría, el asco, la ira, la sopresa, la tristeza…

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.


Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.

¿Cómo recordamos?

Historia de las bases celulares de la memoria

La identificación del sustrato físico de los recuerdos fue un objetivo clave para pensadores y filósofos durante siglos. Sin embargo hasta finales del siglo XIX no se propuso la primera definición científica de la memoria.

Santiago Ramón y Cajal (ver biografía en la página 12), padre indiscutible de la neurociencia moderna, no solo demostró la individualidad celular de la neurona y propuso la existencia de las sinapsis, también intuyó la unidireccionalidad de la transmisión del impulso nervioso y enunció la primera definición científica del substrato celular de la memoria.Durante una conferencia en la Royal Society en 1894, Ramón y Cajal enunció la que ahora es conocida como la hipótesis de Ramón y Cajal sobre la plasticidad sináptica:

“ El ejercicio mental facilita un mayor desarrollo de las estructuras nerviosas en aquellas partes del cerebro en uso. Así, las conexiones preexistentes entre grupos de células podrían  ser reforzadas por la multiplicación de terminales nerviosas…”

Transcurridos más de 100 años, este enunciado se ajusta sorprendentemente bien a nuestra visión actual del problema. Resulta admirable que Ramón y Cajal pudiera inferir esta idea basándose en las imágenes estáticas de sus preparaciones de microscopía.

Este enunciado encontró una definición  más formal medio siglo después, en 1949, en palabras de Donald Hebb en 1949 en su ahora famoso postulado:

“Cuando un axón de la célula  A está losuficientemente próximo para excitara la célula B y toma parte en suactivación de forma persistente, selleva a cabo algún proceso decrecimiento o cambios metabólicos en ambas células de forma que aumenta la eficiencia de A como unade las células que activan B”
 


¿Cómo se comunican las personas?

La sinapsis


 Cuando el potencial de acción llega al extremo de la fibra, debe pasar a la siguiente neurona. Primeramente se pensaba que la fibras de unas neuronas se continuaban con las fibras de otras, de manera que la señal podía pasar directamente de la una a la otra. Pero cuando el sistema nervioso se estudió con más detalle, se vio que el final de una fibra estaba separado de la siguiente por un pequeño espacio, así que era preciso algún mecanismo para que la señal “saltara” ese espacio y pasara a la siguiente neurona. Hoy sabemos que las señales “saltan” el espacio mediante una señal química. Cuando el potencial de acción llega al extremo de la fibra, hace que esta libere una sustancia química, que se denomina neurotransmisor, el neurotransmisor se une a la membrana de la siguiente neurona, y puede hacer que se produzca un potencial de acción en la siguiente neurona. Esta conexión entre una neurona y otra mediante la liberación de un neurotransmisor, se denomina sinapsis.

Tipos de sinapsis

En el sistema nervioso de cualquier animal aparecen dos tipos de sinapsis mantenidas a lo largo de la evolución, pero que difieren tanto morfológica como funcionalmente.
Las sinapsis eléctricas se caracterizan porque las dos neuronas implicadas yuxtaponen sus membranas citoplasmáticas, llegando en algunos casos a fusionarses. En la zona de contacto entre ambas neuronas aparecen unas estructuras proteicas llamadas conexones que atraviesan la membrana y que forman unos canales por los cuales pueden pasar iones de pequeño tamaño.
En las sinapsis químicas, las membranas de las neuronas pre y postsináptica no llegan a tocarse, quedando entre ambas laa denominada hendidura sináptica.Su principal característica es que utilizan una sustancia química, llamada neurotransmisor, para transmitir información desde una neurona a otra.

Ramón y Cajal, el padre de la neurociencia

El 1 de mayo de 1852 nacía en Petilla de Aragón Santiago Ramón y Cajal. De niño fue aprendiz de barbero y de zapatero, aunque él soñaba con pintar. Pero su padre, profesor de Anatomía Aplicada, consiguió persuadirlo para que estudiara Medicina. Se licenció en la Universidad de Zaragoza en 1873, y tras ejercer como médico durante dos años en la guerra de Cuba -donde, además, contrajomalariay tuberculosis-, se doctoró  en Madrid en 1877. Fue catedrático de anatomía en Valencia y de histología en Barcelona y Madrid, además de director del Instituto Nacional de Higiene.

Su labor científica se centró en estudiar la histología del sistema nervioso, al que él mismo apodó "la obra maestra de la vida". Fundamentó la teoría de la neurona, según la cual las células nerviosas son individuales y no forman nunca un retículo difuso, como postulaban muchos histólogos. Enunció la ley de polarización dinámica de las 
neuronas, esencial para comprender la direccionalidad del impulso nervioso. Sus descubrimientos le valieron el premio Nobel en 1906, compartido con Camilo Golgi. Y además, las neuronas le proporcionaron grandes satisfacciones. "El jardín de la neurologíabrinda al espectador espectáculos cautivadores y emociones artísticas incomparables", escribió.

Preocupado por la promoción de la investigación científica en España, y convencido de que al carro de la cultura española le faltaba la rueda de la 
ciencia, presidió la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas y formó a numerosos discípulos. Falleció en Madrid el 17 de octubre de 1934.

La neurona

La neurona es la unidad anatómica y funcional del tejido nervioso, tal y como lo describió D. Santiago Ramón y Cajal. Es una célula especializada en la recepción, integración y transimisión de señales. Gracias a las neuronas pensamos, sentimos, nos movemos, captamos estímulos, imaginamos…


Las señales que se transmiten de unas neuronas a otras pueden ser de tipo eléctrico o de tipo químico, en este último caso se utilizan unas moléculas especializadas que se llaman neurotransmisores.

En cada neurona existen cuatro zonas diferentes

  • el pericarion que es la zona de la célula donde se ubica el núcleo (Fig 1), y desde el cuál nacen dos tipos de prolongaciones

  • las dendritas que son numerosas y aumentan el área de superficie celular disponible para recibir información desde los terminales axónicos de otras neuronas

  • el axón que nace único y conduce el impulso nervioso de esa neurona hacia otras células  ramificándose en su porción terminal (telodendrón)




  • uniones celulares especializadas llamadas sinapsis, ubicadas en sitios de vecindad estrecha entre los botones terminales de las ramificaciones del axón y la superficie de otras neuronas

lunes, 18 de mayo de 2015

Ambiente, herencia y estrés


El estrés ha demostrado ser el causante del 80% de las enfermedades y además favorecer la degeneración neurológica.

Estudios hechos en personas con una gran capacidad intelectual en situaciones de estrés, comprueban que el estrés tiene un efecto negativo en el rendimiento mental, afectando directamente la capacidad de procesar información y de grabar información nueva.
Parte de esa disminución de la capacidad mental parece deberse a la influencia de la preocupación sobre los procesos mentales, pero otra parte se debe a las reacciones bioquímicas que provoca el estrés.

Ambas partes demuestran lo biológicamente tóxico que es el estrés para el cerebro.


Las respuestas de estrés varían de una persona a otra. Esta variabilidad se debe en parte a la herencia genética. Por ejemplo, en la mayoría de persona el eje HPA ( eje hipotálamo-hipofisiario-adrenal) funciona de forma correcta, permitiendo la respuesta del cuerpo a la amenaza, y desconectando esta respuesta cuando la amenaza ya ha pasado, mientras que otras personas pueden responder en mayor medida a amenazas menores. El eje HPA  puede estar alterado por influencias medioambientales. Puede estar permanentemente alterado como resultado del estrés extremo en alguna etapa de la vida.


Lóbulos frontales y parietales. La personalidad y las sensaciones.


Los lóbulos frontales son los encargados de razonar,de defender nuestras ideas, de modular nuestras emociones y de hacer planes. Se han asociado aspectos de la forma de ser y del carácter y el juicio moral con el lóbulo moral. También se han observado muchos casos de personas con tumores o lesiones en esta región a los que cambia su forma de ser, volviéndose irresponsables, con malos modales, inconstantes, incapaces de distinguir entre el bien y el mal, o de sentir emociones.



Bajo los lóbulos frontales está los lóbulos parietales. Cada lóbulo parietal incluye un área llamada córtex somatosensorial, justo debajo del surco que lo separa del lóbulo frontal. Al igual que en el córtex motor cuando se estimulaban diversos puntos de esta área los pacientes describían sensaciones como si les tocasen en varias partes de su cuerpo. Así pues, se puede trazar un mapa del córtex somatosensorial, con la boca y la cara cercana a las sienes y las piernas y los pies en la parte superior de la cabeza. Los lóbulos parietales son los que reciben la información de las sensaciones del gusto, tacto, de la presión, de la temperatura y del dolor.
El circuito del dolor se compone de tres partes:

1- En la mayor parte de los órganos y sistemas del cuerpo existen nociceptores o receptores del dolor. A nivel cutáneo existen dos tipo: los A-d, de transmisión rápida, y los C, con velocidad de conducción mayor.

2- Después de penetrar en la médula espinal por las raíces dorsales, las fibras del dolor terminan en las neuronas del asta dorsal. Otras neuronas conducen la señal dolorosa al lado opuesto de la médula y la guían por el tracto espinotalámico hasta el cerebro.

3- El estímulo alcanza el tálamo, que actúa como la torre de control de un aeropuerto. Desde aquí la señal nociceptiva viaja a diferentes zonas del cerebro: hipotálamo,sistema límbico y corteza. Estas zonas aumentan la vigilancia y controlan las reacciones emocionales, la vaporización cognitiva del dolor y las medidas para atajarlo.


¿El tamaño importa?


De ser validado suficientemente, dicho estudio podría llegar a resolver un debate científico muy complejo sobre las relaciones entre el concepto de inteligencia y el tamaño cerebral, que permanece abierto desde hace mucho tiempo. Desde que en 1836, el anatomista y fisiólogo alemán Frederick Tiedmann escribiera que existe "una conexión indiscutible entre el tamaño del cerebro y la energía mental desplegada por cada hombre", los investigadores han estado buscando evidencias biológicas que permitieran demostrar dicha sentencia.

"Para todas las edades y los géneros hay actualmente muchas evidencias de que el volumen del cerebro y la inteligencia se encuentran relacionados", sostiene Michael A. McDaniel, científico que lidera el grupo de investigación que ha realizado el estudio. McDaniel ejerce de psicólogo laboral en tareas de selección de personal, especializándose particularmente en los estudios de inteligencia y de otras señales de predicción del rendimiento laboral.

El estudio parece ser el mejor que se haya realizado hasta ahora en su tipo, elaborando conclusiones a partir de veintiséis trabajos previos de investigación, la gran mayoría recientes, y de carácter internacional. El notable incremento en el uso de Resonancia Magnética para mediciones del cerebro que se ha registrado en los últimos cinco años, ha puesto a disposición de los investigadores un importante caudal de datos precisos relativos al volumen cerebral, no disponibles antes de la invención de esta técnica, y que pueden ser cotejados con los resultados de tests de inteligencia.

McDaniel encontró que, en promedio, la inteligencia se correlaciona directamente con el tamaño del cerebro. La misma fue medida con tests de inteligencia estandarizados, los cuales tienen una importancia sumamente grande en las vidas de las personas, ya que a menudo se utilizan para predecir a qué universidad podrán ir o qué tipo de trabajo les resultará más fácil obtener por sus aptitudes.

Los críticos de estos estudios sostienen que las pruebas realizadas son inexactas y que resultan irrelevantes en el contexto del mundo real y cotidiano.

Sin embargo, McDaniel se defiende: "Cuando la inteligencia se encuentra correlacionada con una realidad biológica como el volumen cerebral, se vuelve muy difícil argumentar que la inteligencia humana no puede ser medida, o que las puntuaciones obtenidas no reflejan algo significativo".



El Cerebro


El cerebro es el órgano más importante del cuerpo humano. Está protegido en el interior del cráneo y es el centro de mando del sistema nervioso. Por lo tanto, tiene el control de todos los órganos del cuerpo, las funciones motrices y cognitivas y la producción hormonal. Está formada por células cerebrales, llamadas neuronas, que reciben y transmiten las informaciones.  El cerebro está formado por seis lóbulos repartidos en dos hemisferios. El cerebro se alimenta de glucosa para poder funcionar. 


El cerebro es un mundo que consta de numerosos continentes inexplorados
Y grandes extensiones de territorio desconocido”
                                                            Santiago Ramón y Cajal


       El cerebro tiene varias características generales. Este está compuesto principalmente por agua y pesa aproximadamente 1,3-1,5 kg, equivalente al 2% del peso total del cuerpo. Si lo miramos desde arriba viendo sólo su superficie, la corteza cerebral, comprobaremos que está formada por dos mitades aparentemente simétricas pero no idénticas, llamadas hemisferio derecho y hemisferio izquierdo. Cada uno de ellos se encarga de controlar uno de los lados del cuerpo.Ambos están unidos por un haz de vías nerviosas que conforman una estructura denominada cuerpo calloso.
       Uno de los trabajos más interesantess que se han realizado sobre los dos hemisferios lo llevó a cabo Roger Sperry, trabajando con personas que había sufrido una operación quirúrgica para controlar su epilepsia. Parece que, en algunos casos, la epilepsia intratable puede ser casi eliminada seccionando el cuerpo calloso. En cierto sentido, estas personas realmente tenían dos cerebros ( o dos cortezas cerebrales, para ser más exactos). Sperry encontró que si ponía algo en la mano derecha de una de estas personas después de su operación, podía decir lo que era. Pero si lo ponía en su mano izquierda, no podían hacerlo. Esto es fácil de comprender: la sensación de un objeto en la mano derecha se transmite hasta el hemisferio izquierdo y, puesto que esta es la zona del lenguaje, la persona podía decir lo que era. La sensación de una cosa en la mano izquierda, sin embargo, va hacia el hemisferio derecho, donde no reside la facultad del habla.



SISTEMA NERVIOSO CENTRAL SNC Y SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO SNP

Anatómicamente el sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal, ambos compuestos por varios millones de células especializadas llamadas neuronas, dispuestas ordenadamente y comunicadas entre sí y con los efectores por medio de prolongaciones denominadas axones y dendritas

                                                      
Por otro lado, el SNP está formado por un conjunto de nervios que se distribuyen a través de todo el organismo y que se encargam de mantener una comunicación entre el SNC y el resto del cuerpo. Así pues, los nervios reciben y transmiten información desde y hacia el SNC.




miércoles, 6 de mayo de 2015

En este blog hoy resolvemos el gran debate. ¿EL ALCOHOL MATA NEURONAS?

Para aniquilar cualquier tipo de célula, se necesitan altísimas concentraciones de alcohol , próximas al 100% , y empezamos a emborracharnos a partir de un nivel en sangre del 0,1%.

El alcohol afecta más bien a las conexiones neuronales del cerebelo, zona de la que dependen el aprendizaje y la coordinación motora.


Mira estos dos enlaces. Te serviran de gran ayuda!



El debate queda resuelto...¿no?